Calmante Pep
La incorporación de Pep Guardiola como entrenador del Fútbol Club Barcelona para la próxima temporada es, sin duda, una noticia de alcance en el fútbol español.
Los motivos por los que el presidente Laporta ha hecho público dicho ascenso (Pep entrena al filial azulgrana) parecen claros: eludir la presunta responsabilidad del fracaso, que para muchos es suya, intentando culpabilizar al todavía entrenador, Frank Rijkaard o a los jugadores.
En realidad, este calmante temporal es poco más que un parche a la espera de la llegada, sin duda triunfal, de Sandro Rosell, a quien cada día le ponen más fácil ser el próximo presidente del Barça.
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