Mientras se disputa en Ecuador el Sudamericano Sub-17 (para el hexagonal final se han clasificado Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia y Ecuador; esto es, los de casi siempre más el organizador...), España ha iniciado su participación en la Ronda Élite del Europeo de la categoría con una victoria ante Bélgica (3-1) más sufrida de lo merecido merced a 3 goles marcados en el tramo final del encuentro.
Siempre es interesante ver jugar a los Sub-17, quienes se encuentran en la mitad de un camino que puede comenzar en Brunete, seguir con la Nike Premier Cup, continuar con la participación en las selecciones regionales y nacionales inferiores y acabar, en lo que al acceso a la élite se refiere, en las categorías Sub-20 o Sub-21, donde las cartas quedarán repartidas: quien para entonces no haya dado el salto al profesionalismo difícilmente lo logrará, al menos en lo tocante a jugar en 1ª o 2ª División, dado que con esa edad ya habrá quien sea titular en sus primeros equipos, si no internacional absoluto…
Quizás por saber que no es tan fácil llegar a la élite resulta molesto asistir al habitual ensalzamiento periodístico de “la mejor cantera de Europa”, algo que no pongo en duda si nos referimos al colectivo, pero que no suscribo si hablamos de una selección o de un jugador concreto, ya que los convocados (estos y los de años anteriores) no tienen por qué ser los mejores de su edad y, aún más importante, no es seguro que vayan a ser los mejores de su quinta cuando en vez de tener 16 o 17 años sumen 22 o 23, que es cuando deben rendir como profesionales.
Sí, son muchos años seleccionando jugadores como para creer que todos los integrantes de una plantilla que disputa (o incluso gana) una competición internacional de categorías inferiores serán futbolistas de élite. Otra cosa es que, por cuestiones de mercado, la mayoría sí se convierta casi inmediatamente en profesionales, quizás durante los tres o cuatro próximos años... Es decir, justo antes de cuando deberían serlo, porque estos muchachos deberían prepararse para sacar el mayor rendimiento deportivo y económico a su corta profesión entre los 20 y los 35 años.
Dicho lo cual, me referiré a un caso concreto sin que este artículo suponga un alegato contra el jugador referido (no lo es), derivado de considerar perjudiciales para la futura carrera de un futbolista sendos titulares publicados por el diario El País que dicen: “Deulofeu resucita a España” o “El próximo será Deulofeu”...
¿Quién es Gerard Deulofeu? Un buen futbolista de 17 años (13-3-1994), canterano del Barça, que probablemente complete una exitosa carrera en 2ª División y, acaso, llegue a jugar algún año en 1ª, pero a quien sus condiciones técnico-tácticas no deben permitir ir mucho más allá. ¿Por ser mal jugador? En absoluto, ya que dispone de verticalidad y rapidez, además de un notable control del balón (aunque no un demasiado preciso golpeo), sino porque el fútbol no es un deporte individual, como el tenis o el golf, sino de equipo, en el que debe tenerse en cuenta que además de uno mismo existen los compañeros y rivales.
Así las cosas, como para cualquier jugador, lo primero es definir cuál es o podrá ser la mejor posición de Deulofeu sobre el campo y quién o quiénes juegan en ese mismo puesto en la primera plantilla de su club de pertenencia, lo que lleva a descubrir que, lamentablemente para el muchacho, donde él podría jugar ya lo hacen (y lo harán) Messi y Pedrito. ¿Podría Deulofeu jugar un poco más atrás y ocupar la posición de Iniesta? Quizás sí, sin ser su puesto idóneo, lo cual le serviría de poco, porque nunca podría arrebatarle el puesto a Iniesta, al menos hasta que el albaceteño se retire… Es decir, que las opciones del joven Gerard en el Barça se cifrarán en debutar en el primer equipo dentro de una, dos o tres temporadas, con 18, 19 o 20 años, probablemente en una competición menor (Copa, Copa Catalunya, etc), mientras forma parte del Barça B en 2ª B o, si en estos años asciende, 2ª División.
Eso, mientras otros jugadores de su generación y de las inmediatamente precedentes o posteriores, por tener menos competencia, dispondrán de mayores opciones de hacerse un hueco en sus primeros equipos, lo cual hará que cuando Deulofeu tenga 21 o 22 años —cuando debería empezar una carrera de una década de duración— se tendrá que enfrentar con jugadores contemporáneos suyos que le llevarán más de 100 o 200 partidos profesionales de ventaja. Como ejemplo, en esta misma selección Sub-17 pienso en dos o tres casos: Suárez, mediapunta del Celta de Vigo; Vico, centrocampista del Córdoba; o Undabarrena, medio centro del Athletic. Cualquiera de los tres tendrá más opciones que Deloufeu, sean a priori mejores o peores que él, de hacerse un hueco en sus respectivos primeros equipos y, de ese modo, convertirse en futbolistas profesionales.
Eso, por no hablar de los otros potenciales rivales con quienes, a propósito, he iniciado el artículo: quienes ahora disputan el Sudamericano Sub-17 y que durante 3 años, hasta que todos tengan 20, se curtirán antes de dar el salto a Europa en pos de competir con unos muchachos patrios a quienes, acaso, les hayan llenado la cabeza con la idea de que van a ser unas estrellas. Por eso no debemos olvidarnos del penúltimo párrafo de la segunda información de El País sobre Deloufeu que antes enlazaba: “Solo tiene un problema: "Sabe que es muy bueno", coinciden sus entrenadores”. Yo añadiría otra apreciación, más de mercado que técnica: "Está en el sitio indicado, pero en el momento equivocado", lo cual sólo podría corregirse con su salida del Barça... a poder ser en el momento idóneo.
A quienes crean que exagero les recordaré que ningún lateral izquierdo fue capaz de hacerse con un hueco en el Real Madrid mientras Roberto Carlos formó parte de su primera plantilla, del mismo modo que ningún portero ha sido (ni será) capaz de quitarle el puesto a Iker Casillas hasta que "el mejor portero del mundo" se retire. Y no porque los muchachos de la cantera del Real Madrid (muchos de ellos, también internacionales Sub-17) no fuesen magníficos futbolísticas, como se suele decir con escaso conocimiento, sino porque lo que no puede ser no puede ser y además es imposible...
Sí, en una correcta y realista planificación, además de en otros análisis de vital importancia (caso de la motivación y demás cuestiones psicológicas), radica que la carrera deportiva de un futbolista discurra por los parámetros de éxito que a todos nos gustaría, o que se tuerza.
