Acabado el mercado de invierno, rompo con un silencio de varios meses que me ha permitido atender con total atención diversos compromisos profesionales y lo hago porque la noticia de esta tarde es de las que merecen ser comentadas:
Según informó José Ramón de la Morena, el hasta hoy entrenador del Atlético de Madrid, Javier Aguirre, ha sido destituido de su cargo esta tarde noche. No era para menos: como sucedió en el caso de Bernd Schuster en el Real Madrid, el mexicano hacía tiempo que demostraba no tener ganas de manejar su equipo, lo cual implica imponerse a las actitudes poco profesionales de algunos componentes del mismo.
De antemano, advierto lo curioso que resulta que a Aguirre lo destituyan justo al día siguiente de que se haya cerrado el mercado de invierno, cuando quien se incorpore a la dirección técnica no podrá exigir nuevas incorporaciones a una plantilla a la que le falta, cuanto menos, un mediocentro ofensivo, un recambio para la defensa, un portero y un segundo punta que rivalice con la dupla Forlán-Agüero.
Así las cosas, el Atlético debe incorporar un entrenador capacitado para competir tanto en Liga como en la Champions. ¿Quién podría ser, en estos momentos? Jabo Irureta, ahora sin equipo. ¿Quién parece que será? Abel Resino, a quien alguien aparenta querer sacar del anonimato de la 2ª División...
Lo cierto es que el anticipo de la noticia por parte de José Ramón de la Morena, además del tono informativo de la misma, da la sensación de que el periodista pretendía complicar el fichaje de Abel Resino. Lo cual, por otro lado, no estaría nada mal, ya que el fichaje de Abel debe considerarse una mala elección, sobre todo cuando existe la opción de incorporar a un entrenador consagrado como Irureta.
Y es que a nadie se le escapa que Irureta es del gusto de la SER —también del mío—, como demuestra su colaboración semanal en la web de la cadena, de la que traigo algunas preguntas y respuestas que conciernen al tema que tratamos —salvo en el chat de hoy, cuando, ¿casualidades de la vida?, nadie le ha preguntado por el Atlético justo en el día en que más lógico parecía hacerlo—:
26 de enero:
—Buenas Javier, soy socio del Atlético de Madrid, y desde la victoria frente al Espanyol no veo solución ninguna al juego del atlético, me gustaría preguntarle que cambiaría usted en el equipo y también me gustaría saber si usted tuviera la oportunidad de entrenar al Atléti, ¿lo haría?. Muchas gracias y espero verle algun día en el banquillo del Atléti.
—Sí que está en una racha negativa desde inicios de año pero probablemente el equipo necesita una victoria para adquirir confianza y recuperar el nivel de juego. Por supuesto que sí lo entrenaría ha sido siempre mi equipo y por supuesto que sí. Mis ocho años de jugador me acercan a ese sentimiento atlético.
—¿Cree usted que el "Kun Agüero" es el jugador determinante que todo el mundo dice y que Forlan es el tipo de delantero que necesitaba este penoso Atlético?
—Creo que es una dupla muy completa la que forman los dos. Creo que el Kun ha bajado un poco, quizás por su molestías, no es tan determinante como al principio de temporada. Forlan es un buen delantero con gol y muvha capacidad de trabajo. Ambos se complementan muy bien y forman un tandem muy difícil de controlar.
19 de enero:
—Hola. No me gusta ser crítico con los entrenadores, pero tampoco atribuirles demasiada cuota de éxito. Mi pregunta es: después de soportar las representaciones del Atlético, ¿ve usted un detalle, uno solo, táctico, individual, colectivo, físico, estratégico, sicológico... uno solo, que ayude a pensar que este equipo tiene entrenador?
—Creo que el entrenador es una parte muy importante dentro de un club y de la dinámica de un equipo. Creo que Aguirre está obteniendo objetivos dentro de las metas que se ha impuesto el Atlétic. No todos los equipos juegan con dos delanteros y dos jugadores de banda tan ofensivo. Ayer también tuvo un rasgo muy importante de ofensivo aunque le faltó rubricar las dos jugadas de gol. A veces se crea una dinámica negativa respetcto al entrenador y no se percibe ninguno de los valoresque tratan de trasladar al equipo. Creo que tiene varios detalles que demuestran que es un buen entrenador.
—Buenas Javier, encantado de poder comunicarme con usted. Únicamente quería preguntarle su opinión sobre el futuro del Atlético de Madrid en la Liga. ¿Ve capaz al conjunto colchonero de clasificarse entre los 4 primeros? ¿En qué y cómo debe mejorar para hacerlo? Gracias, un saludo y ojalá le veamos pronto en el banquillo del Calderón.
—Sí le veo capaz sobre todo ahora que está fuera de la Copa y debe centrase en la Liga hasta que vuelva la Champions. No está alejado de los puestos de Champion. Creo que tiene que retomar el juego de hace dos meses que era más fluído y efectivo. Estoy seguro de que superara esta situación sobre todo cuando gane un partido y retomara la marcha anterior.
—Buenos días Javier, tras unas declaraciones como las del Kun en Almeria ¿el entrenador tiene que tomar alguna medida? Es el jugador franquicia, pero supongo que al resto del vestuario no le hará mucha gracia este desplante
—Me sorprendieron aunque es verdad que habló en caliente. Creo que no es más que una sensación tras no lograr la victoria y es momentánea. Pero creo que Aguirre sabrá reconducir la situación hablándole individualmente.
12 de enero:
—Buenos días señor javier, podría decirme su opinión personal sobre la situación del Atlético? ¿Y a su parecer cuál sería el remedio?
—Primero, creo que el Atlético estaba haciendo una muy buena temporada. Lo que pasa es que en el 2009 ha perdido tres partidos y ha traído descontento en los aficionados. Creo que hay que dar confianza y el Atlético puede y debe salir de esta situación. Es una buena plantilla aunque con un poco de desequilibrio entre la ofensiva y la defensa porque no pueden seguir recibiendo tres goles. Tienen que mejorar en esa faceta para adquirir mayor seguridad. Pero es ahora cuando los aficionados del Atlético deben de apoyar al equipo.
—Buenos días Javier, ¿tienes ilusión por volver a entrenar en primera división?
—Sí. Más que nunca después de las experiencias vividas. Por tanto, sí, rotundamente.
